Entrevista: José Miguel Muñoz

Juanjo Sánchez.  Mi padre siempre me dice que yo estoy “tonto” con la Real y Luis Arconada, que a mi no me va  dar de comer ninguno de los dos. No le quito razón a las palabras de un padre, pero me gustaría que mi progenitor conociera a José Miguel Muñoz para darse cuenta que lo mío,igual no esta tan grave. 

Hacía mucho tiempo que no pasaba una tarde tan agradable con una persona que acababa de conocer, lo que iba a ser un café para charlar un rato y realizar esta entrevista, se alargó en el tiempo, pasando a la comida y después a una visita a su casa, casi ya entrada la noche. No es de extrañar que sea así, ya que teníamos algunas cosas en común. Los dos jugábamos de niños como porteros con una camiseta negra y azul y unas medias blancas, el presente de José Miguel son los medios de comunicación, el mío es el pasado y nuestra gran admiración desde casi la cuna del gran Luis Arconada.  

Solo una diferencia, José Miguel ha conseguido no solo poder conocer al número 1 sino labrarse una gran amistad con él y yo no he podido todavía estrecharle la mano al que todavía es mi ídolo.

José Miguel como muchos niños de su época creció con la figura de un ídolo en la portería de un equipo de fútbol. Jugaba en las categorías inferiores del Xerez, como no de portero. Nació en la época en la que no había ninguna duda quién era el mejor y quien tenia el carácter necesario para marcar de por vida a toda una generación. Ese hombre defendía la meta de la Real Sociedad y la selección Española, ese hombre es Luis Miguel Arconada Echarri. Recuerda como fue el primer encuentro con el portero, tenía siete años y tuvieron que firmarle una autorización para que pudiera marcharse antes del colegio e irse hasta Cádiz para hacer “guardia” en el Hotel Caballo Blanco. –“Recuerdo, la ropa incluso que llevaba ese día Arconada”, comenta.

Como tantos otros niños José Miguel, aprovechaba la visita de la Real a Andalucía para acudir desde muy temprana edad a los hoteles de concentración para visitar a su ídolo. No lo hacía con su padre, ni con ningún otro de sus amigos, el se plantaba desde su Jerez natal, y costeándose con los ahorros de meses anteriores de su paga, el viaje a Sevilla, Málaga ó Cádiz. Hacía guardia en el hotel y su esfuerzo se veía recompensado cuando Luis Arconada bajaba a las puertas a pasear o a comer con el resto de compañeros. Si se encontraba con el guardameta tres o cuatros veces, eran las mismas que le pedía autógrafos en el mismo día.

José Miguel no llegaba al hotel con las manos vacías, sino que viajaba con una enorme libreta donde recopilaba, fotos y noticias de la prensa, que después recortaba y pegaba sobre las hojas blancas de su block para introducir sus comentarios y sus pensamientos a bolígrafo y con una caligrafía casi perfecta para un niño. Es muy posible que de aquí le venga la vocación periodística que ahora ejerce.

Precisamente el capitán realista no era el que más atención prestaba a este niño que se escapaba de casa diciendo a sus padres que estaba estudiando en casa de un amigo, cuando se encontraba a cientos de kilómetros, sino otros miembros de la plantilla txuriurdin. Aquí llega una bonita amistad con el jugador Zúñiga, que dialogaba

mucho con el joven y le intentaba hacer ver que los ídolos se marchan con la infancia y que realmente a quien hay que admirar son a personas como nuestros padres, José Miguel no le escuchaba mucho en este caso, por que Luis era el número 1, el modelo a seguir.

Es tal la admiración por el cancerbero que el ahora periodista habla de la “filosofía de Arconada”, su manera de pensar de ver la vida y de actuar han sido siempre una manera de también ver, pensar y actuar en su propia vida.

Los años van pasando y Luis sigue viendo a aquel niño convertirse poco a poco en un muchachito que elige convertirse en periodista y que tras su retirada se ha ido convirtiendo en su amigo. El padre de José Miguel incluso le llega a decir que el a querido más al portero que al el mismo.

Luis Arconada no se caracteriza por ser un hombre que tras su retirada haya querido seguir viviendo de fútbol ni apareciendo en los medios de comunicación, las pocas veces que lo hace, son muchas movidas por su hijo Luis, también periodista o por José Miguel.  Incluso ha tenido grandes ofertas para comentar los encuentros por televisión y que ha rechazado.

El jerezano esta escribiendo la biografía de Arconada, aunque el 1, le resta importancia y piensa que él no interesa ya a nadie, que su época terminó cuando se retiró en 1989. Nada más lejos de la realidad, José Miguel ha creado una Web luisarconada.com, donde cientos de aficionados muestran su gran admiración, todavía, al guardameta donostiarra. En facebook tampoco se queda atrás con más de 3.300 fans e interminables comentarios que hacen aún más grande, si cabe al  cancerbero. En la biografía José Miguel contará algunos secretos que nunca antes se han conocido, como cuál era el secreto para triunfar…porque tenia uno.

Durante la visita a su casa donde pude conocer a su esposa e hijo, tuve en mis propias manos, camisetas que había vestido el propio Arconada y que el guardameta ha regalado a José Miguel, lo que dice muy mucho de la amistad que les une, o unos guantes firmados por el propio Luis, o lo que igual no sabe tanta gente, que aquella camiseta que vistió Andrés Palop cuando recogió la medalla    de campeón de Europa de selecciones, ho-menajeando a Arconada, era realmente la que vistió Luis en la Euro84 y que José Miguel cedió para la ocasión al guardameta del Sevilla para dicho homenaje y que después tardó meses en re-cuperar, dado que el valenciano no estaba por la labor de devolverla, pues esa camiseta después de su periplo europeo,  ha llegado de nuevo a su propietario y se encuentra en el despacho de la casa de José Miguel, ya enmarcada y firmada por Arconada.

Un día inolvidable el que pasé con José Miguel y que creo que va a ser el comienzo de una bonita amistad. Por cierto durante uno de los momentos de nuestra jornada “arconadista”, José Miguel sacó su teléfono móvil y me dijo –“Disculpa voy hacer una llamada”, tras un minuto de conversación me pasó su teléfono y me dijo –“Toma, es Luis Arconada, habla con él”.

Sinceramente se-guro que pude parecer medio tonto, porque no supe que decir, me quedé bloqueado y no recuerdo si dije algo coherente en los poco minutos que dialogamos.

 Espero algún día remediar este tropiezo y poder estrecharle la mano y mantener una charla con mi ídolo, con  el que fue de una gran generación de proyectos de porteros, de una generación que no importaba tanto de equipo fueras, si no de que jugador eras, y todos éramos de Arconada. Aita a lo mejor, no estoy tan tonto, o quizás si.

 

One Trackback to “Entrevista: José Miguel Muñoz”

Deja un comentario